Las reglas ortográficas permiten determinar las letras que
forman una palabra o el uso de los signos de puntuación a
partir de normas o pautas de aplicación general. Estas reglas pueden ser obligatorias,
como la que impone la m delante de la b, mientras que otras son orientaciones
estadísticas, no obligatorias, como la que indica que los verbos terminados en ger suelen tener g y no j. La escritura de las palabras normalmente no
obedece a ninguna regla concreta, sino que se basan en la etimología o en el
uso (como la b de obertura, que no obedece a ninguna regla general).